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El blog de Hector Grave

Mateo

17 Abril 2009, 08:25am

Publicado por Hector Grave

Mateo


Hoy por la mañana el pequeño se levantó muy de buenas. Su mamá fue por él a su cuarto a levantarlo de su cuna mientras yo me estaba bañando y tenía la puerta abierta. Al pasar por ahí con el niño en brazos, el cabello rizado enredado y los ojitos chinos dignos de una buena desmañanada, me ubicó en la regadera y me sonrió. Pocas veces algo tan pequeño y sencillo te hace tan feliz. Mateo me hace felíz.

Recuerdo perfectamente el día que nació. Era sábado por la mañana, aproximadamente daban las 9:00. La bellísima Adrianita, a punto de reventar, me comentó como que no quiere la cosa que tenía dolores de vientre: contracciones. Como llevábamos prácticamente dos meses teniendo esas pequeñas contracciones que dan de manera normal no le di mayor importancia, a final de cuentas era sábado y el momento más esperado toda la semana de beber mi café en ayunas y leer mi periódico comenzaba. A la quinta contracción en menos de diez minutos me alarmé. Adrianita me comentó que el niño ya venía: yo respondí una estupidez del tipo "noooo, otro día con más calmita....".

Pasó poco tiempo y de inmediato intentamos poner en práctica nuestro fabuloso curso de "Lamaze". Como primer acto corrí a otra habitación por una bola gigante de pilates...tenía entendido que de alguna forma con algunos ejercicios asistidos el proceso sería más leve para la mamá. Como segundo acto tomé un cuaderno y una pluma del escritorio y con reloj en mano comencé a anotar la hora de comienzo y final de cada contracción. De acuerdo a la teoría (si mal no recuerdo) las contracciones debían estar espaciadas más de 5 minutos entre sí....yo traía unos tiempos de espacio entre una y otra como de 35 segundos...cuando le ofrecí la pelota a Adrianita me mandó muy lejos con ella. Acabé yo sentado en ella botando un poquito nomás para que se usara...cuando Adrianita se echó en la cama y pego algo entre grito de auxilio y aullido canino que me  enchinó la piel. Mejor le hablé al Doctor.

El Doctor, caballero como siempre, me dijo que esperáramos un rato más y le habláramos como a las 11. Adrianita se metió a bañar (el agua tibia ayuda, dicen) y yo también en el otro baño. Al entrar, con la puerta emparejada, me cayó "el 20". HOY voy a ser papá. HOY voy a ser papá. HOY voy a ser papá....tuve uno de esos momentos en los que el hombre tiene una conversación interna y se confiesa con miedo y se da valor al mismo tiempo. Mi conclusión fue algo así: "Nada de esto es como nos contaron las viejas esas del curso de Lamaze, Adrianita no puede ni caminar y yo no tengo ni idea de qué hacer ni cuando...pero de jodido que parezca que tienes todo bajo control. Orale. Va."

Escogí mi ropa con cuidado. De hecho me pregunté ¿con qué ropa quieres que tu hijo te conozca? (algo que es una pendejada porque el chiquillo ni ve ni juzga, pero en ese momento fue importante). Nada muy elegante, pero sí cómodo y presentable. Me bañé de volada. Al salir Adrianita seguía en trance. Se acostaba en la cama y echaba el cuerpo hacia atrás, con unos ruidos dignos de la producción de un ingeniero de sonido de Industrial Light & Magic...en THX. Yo con mi expresión de tener todo bajo control le volví a marcar al Doctor.

Héctor: "¿Si bueno? ¿Doctor?"
Doctor: "Si, a tus órdenes"
Héctor: "Soy Héctor Grave, le marqué en la mañana porque mi esposa está en labor de parto....esto se está poniendo como complicadito...."
Doctor:  "¿El tiempo entre contracción y contracción?"
Héctor:  "35 segundos desde hace como una hora"
Doctor:  "Ve de inmediato al hospital y espérame ahí, pregunta por mi asistente, ella los va a recibir"

Me quedó clarísimo. Le dije a Adrianita lo que me habia dicho el Doctor. Nunca he sabido si me escuchaba o no (creo que no, porque la escena se parecía cada vez más a "El Exorcista" y menos a "Sala de Maternidad" del Discovery). Corrí con la maleta del hospítal (lista por cierto desde hacía tres semanas), la estúpida pelota de pilates y unas botellas de agua mineral bien frías que me encontré en el refri (las viejas esas del Lamaze dicen que a las parturientas se les antojan las bebidas heladas). Metí todo en la camioneta. Regresé a la casa y Adrianita seguía en la recámara retorciendo su volumen. Era urgente irnos ya al hospital. Estuvmos intentando bajar cerca de 15 minutos y no funcionó. Tomé la decisión de hablarle duro: "Nos tenemos que ir al hospital. Está muy avanzado tu trabajo de parto. El Doctor nos quiere allá inmediatamente. Corremos el riesgo de NO llegar si no nos vamos pronto. PONTE VALIENTE. TE ESPERO ABAJO". Con toda la seguridad fingida de la que soy capaz me bajé las escaleras, me senté en la sala y la esperé. Adrianita bajo la escalera despacito. Ya en el primer piso le rodíe la cintura con mi brazo y la subi a la camioneta.

Camino al hospital me sentí bien, como Colón camino al Nuevo Mundo. De Nueva Galicia al Hospital Real San José hay una distancia importante. Con el aire acondicionado a todo lo que daba, Adrianita bajó el vidrio y entre lapso y lapso se retorcía en su asiento. Yo por mi parte comencé a transpirar como los de las películas que ponen carbón en las máquinas de vapor de los barcos antigüos. Le ofrecí las botellitas de agua mineral a Adrianita y me mandó otra vez muy lejos con ellas (algo que internamente agradecí, porque YO las necesitaba). Me las tomé sin dejar de sudar. A la altura de Av. Copérnico evalué la situación. Pensé en darme la vuelta y llevarla al Hospital Arboledas, porque REALMENTE pensé que NO llegabamos. Me la jugué y nos fuimos hasta allá. En los interminables y estúpidos semáforos de Plaza del Sol la cosa ya estaba de miedo. Todo mi autocontrol fingido me abandonó. Mientras Adrianita se retorcía y aullaba en el asiento de la camioneta con los vidrios abajo, los conductores del otros carros nos miraban extrañadísimos. Yo los saludaba con mano y les sonreía con un buenos días en cambio. " !Buenos días!, ¡Buenos Díaaas! ". Mejor le subí al vidrio, algo que Adrianita reclamó ipso facto, a lo que yo contesté con oooootra pendejada del tipo: "Es que nos están viendo..."

 

Llegando al hospital tenían a una persona en la entrada filtrando los carros dependiendo del asunto. Detuve la camioneta y le dije: "Si, buenos días, vamos a tener un hijo". El cuate no tardó en reaccionar y me ordenó estacionarme justo en la puerta de emergencias. Un camillero se asomó y regresó por refuerzos. Salieron tres a recibirnos. Me ordenaron que me hiciera a un lado y ellos la bajaron, la treparon a una silla de ruedas y desaparecieron por urgencias. Yo me quedé como imbécil con las llaves en la mano. Bajé la camioneta al estacionamiento y ya había una persona esperandome junto al elevador. Bajé la maleta de Adrianita (la estúpida pelota de pilates podía irse mucho al diablo) y corrí al elevador. Mientras firmaba documentos y compromisos en la adminsitración bajó un camillero muy acelerado diciendome: "Lo estamos esperando"...dejé maleta, llaves, papeles y todo lo demás y corrí detrás de él. Me llevaron por donde pasan únicamente las enfermeras. Me dieron ropa quirúrgica (los pantalones eran de tamaño suficiente como para cubrir un vocho) y mientras me los intenté amarrar troné el listón no una ni dos, sino TRES veces....al cuarto traje quirúrgico entró el pediatra de Mateo. Sin conocerlo le pedí por favor que me ayudara a vestirme. Se rió paternalmente. Me temblaban las manos. Pasamos a la zona esa totalmente esterilizada (que por cierto a eso huele) y llegúe con Adrianita. La ví felíz de verme, me puse felíz de verla. Había hecho mi trabajo, la llevé sana y salva  al hospital, la puse en buenas manos (las mejores)...de ahí ya era de bajadita para mi...y de subidita para ella.

No entraré en detalles de parto (no creo que a NADIE le interesen, menos a las viejas esas de Lamaze pues). Lo que sí puedo decir es que cuando vi a Mateo el tiempo se detuvo. A esto se referían seguramente en la canción de "Lightning Crashes" de Live: "Oh now feel it, comin' back again, like a rollin' thunder chasing the wind, forces pullin' from the center of the earth again, I can feel it..."

El Pediatra lo envolvió con una habilidad impresionante. Le puso un gorrito. Me lo dió. Lo llevé con su mamá. Lo cargó y con la voz más dulce que he escuchado jamás: lo saludó. Bienvenido al mundo hijo.

Desde ese día y hasta el día de hoy vivo para él.



Héctor Daniel

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P
En verdad es un dia genial; confuso , y sin embargo recordamos hasta el más mínimo detalle, organizado en medio de el caos, extraordinariamente significativo para el papá, la mamá y el hijo, cada uno por razones similares, pero deistintas en significados muy profundos.. así, que se repita!!! hahaha!!!!!, me encanta tu manera de reflexionar y de escribir, por qué no le haces un diario a Mateo para que conozca a su papá, conforme vas creciendo, madurando y cambiando a la par que él. Yo no lo hice y de verdad lo siento. He disfutado cada uno de tus escritos, gracias!<br /> con cariño: Paulina ( la tía) hahaha!!!
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H
<br /> ¡Hola! ¡Muchas gracias por tu nota! Tener un hijo ha sido la mejor aventura de la vida en definitiva, son esas cosas que nadie te puede explicar hasta que las vives y comprendes...y de repente<br /> comprendo a mi papá, a mi mamá, a mis hermanos...la idea del diario es estupenda, lo voy a hacer para dejarle algo a mi niño, y asi cuando se descubra alguna característica de esas únicas y<br /> chocantes, sepa de donde viene. Hay que comprender el origen  :) Ojalá se me hubiera ocurrido antes de que naciera, pero supongo que no es tarde, es pequeño aún y yo también como padre<br /> primerizo por lo visto. Gracias por leer mis notas, aunque muy bobas o inútiles a veces, yo soy de esos que necesita expresarse. Un abrazo<br /> y saludos a Don Gerardo que hace mucho no veo.<br /> <br /> <br />
L
Me hiciste reir, llorar y emocionarme con la idea de la llegada de mi aun anhelado hijo (a). eres lo mejor. todo el tiempo que estuve leyendo tu historia realmente veia tu cara y la de adrianita.. estoy sorprendida de que no terminaras con un golpe. siento lasmita por el guero, algun dia te platicara como le fue.
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H
<br /> Jaja! ya se, me imagino al wero perfecto lidiando con todo ese show   :D y a ti gritandole lo que nunca!  :D  Me dio mucho gusto saber de ustedes, que bueno que leiste la<br /> notilla, por ahi guarda el link y cuando tengas chance te metes a ver que babosada se me ocurrió ahora<br /> <br /> Cuidate Lupita - un abrazo a Allen tambien!<br /> <br /> <br /> <br />
A
El mejor día de mi vida
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